Misión

Labor social y educativa
Nuestra misión primera y principal es “buscar al Señor”, vivir para Él, y desde Él, colaborar en la extensión de su Reino. Como congregación de vida activa, el apostolado constituye una proyección esencial de nuestra vida consagrada.

El Instituto tiene como finalidad, la acogida de la mujer en situación de vulnerabilidad, concretamente, en el momento inicial, la mujer esclava de la prostitución, y también la educación humana y cristiana de niños y jóvenes, además de orar por la Iglesia.

El servicio a la mujer marginada, predilecta a los ojos de Dios y de nuestra Fundadora, es lo que da carácter propio a nuestra Congregación: liberar y promocionar a la mujer, víctima de cualquier situación que la esclavice (prostitución, alcoholismo, desamparo…). Nuestra razón de ser es buscar su recuperación integral y su dignidad, desde el respeto a su cultura, religión o clase social; acogerlas en nuestras casas y ofrecerles todos los recursos a nuestro alcance para su rehabilitación.

Lo que mueve a Esperanza a fundar la congregación, es la situación de marginación en que vive la mujer del siglo XIX, pero se da cuenta de que es mejor prevenir que curar, y confía a sus religiosas la labor de la educación cristiana de niñas y jóvenes. Elevar el nivel cultural y dar una sólida formación integral, evita la principal fuente de pobreza.

Para dar respuesta a esta misión, que compartimos con los laicos, la Congregación cuenta con Centros Residenciales de atención al Menor, casas de Acogida para mujeres en situación de desamparo, Centros educativos y Residencias-Internados.

Misión 1
Misión 2
Misión 3